Martes 17, tomamos aliento, una charla sobre las novedades del Reglamento de Conducción y la nueva Ley de Tráfico inicia nuestra semana grande.
Miércoles 18, volvemos a tomar aliento, sobre todo para inflar los pulmones del muñeco que nos señala lo difícil que es atender a un accidentado con parada cardiorrespiratoria, y eso que es tan solo un muñeco.
Jueves 19, los chavales nos ponen la primeras pilas. El circuito infantil es una gozada, pero solo para ellos. Pedro se harta de quitar puntos a los listillos, que a esas edades ya los hay, y los demás nos agotamos reponiendo las señalizaciones.
Viernes 20, se monta una exposición muy coqueta, con cuarenta motos y alguna explicación de cada una, al público que nos visita le gusta. Se formalizan las inscripciones de los más madrugadores y la pradera empieza a llenarse de tiendas de campaña.
Sábado 21, bajo un sol de justicia arranca la Motoabuelada 2010 con mucha presencia de público, 86 motos y 137 participantes de Cantabria, Vizcaya, Eibar, Elgeta, Barcelona, Castellón, Alicante, Málaga, Valdepeñas, Guadalajara, Madrid, Valladolid, Palencia, Ayllón (a que me dejo alguno…) y por supuesto la flota de ribereños. Nivelón de motos, vespa, lambretta, bmw, ural, sarolea, montesa, bultaco, guzzi, emv, mv, ducati, sanglas, una mobilette y veinte sidecares para el record. Bajo la supervisión de la Guardia Civil de Tráfico iniciamos la primera ruta repleta de viñedos sin incidencias hasta Gumiel de Mercado donde, después de dar una vuelta por el pueblo, aparcamos en la Plaza. Casi acabamos con las existencias de agua de la fuente pública y de la mano de la Alcaldesa visitamos las dos Iglesias. En la primera el guía se ve sorprendido por el protagonismo del cura local que se da un baño de masas. Después al Lagar donde Marcos nos agasaja con una suculenta merienda de ibéricos regada con unos muy buenos caldos. Regresamos a Castrillo, la bmw de Felipe hace trabajar al coche escoba, improvisamos la exposición de las motos, damos cuenta de unos refrescos y hacemos tiempo para la chuletada. 45 Kg. de cordero lechal, 11 de chorizo y 11 de morcilla (de estas nos quedamos cortos), la parrilla guinness y otras dos más, vino en porrón que es de noche y no se ven las manchas, chistes y a cenar. No se puede juzgar si gustó o no porque no se oía nada…. o sí. Postre, café, copas y al baile. Siempre hay valientes que salen los primeros, los del pueblo que para eso están en su terreno, los de Onda ataviados con trajes hippies, algún eibarres… Con la llegada de la música más movida los más mayores se retiran, empieza la hora feliz, cubalibres, un obispo y varias mojas. Esto no tiene fin, algunos nos vamos a dormir…
Domingo 22, son las 8,30 de la mañana, son muy pocos los madrugadores y hay que poner música ambiente para despertar a… bastantes. Un zumo, un chocolatito y con media hora de retraso se inicia la segunda ruta, ésta de monte bajo con alguna sombra. Nos acompañan miembros del Club 600 Ribera del Duero. Con tranquilidad se rueda hasta La Vid, recorrido por el pueblo, parada en la Plaza y visita al Lagar de Isilla. Jose nos sorprende con sus explicaciones sobre sus métodos de elaboración y nos ofrece un refrigerio reparador con otros muy buenos vinos y regreso. Pasamos por Aranda, como siempre atestada de público y rematamos en Castrillo a comer la paella. A los postres se hace entrega de premios y recuerdos.
Agradecimientos a todos, sin personalizar, colaboradores, participantes, ayudantes, socios del club, público… Si alguno no se ha sentido atendido como se merece, que nos disculpe, las ganas de que todo salga bien a veces nos juega malas pasadas y no prestamos la misma atención a todos.
Pero que justos hemos terminado, nos hemos quedado sin fuerzas para tomar aliento. Menos mal que las palabras de muchos y las buenas caras de todos (también nos vale), nos han abierto los pulmones de nuevo, volvemos a tomar aliento, respiramos fuerte. Socios a trabajar que ya queda un día menos para la Motoabuelada 2011. Y para vosotros, los que nos habéis visitado, solo un deseo, que esta maldita crisis pase lo más lejos de vuestros hogares. Ah… y que os esperamos a todos.
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