LA 6ª EDICION DE LA MOTOABUELADA YA ES HISTORIA. CRONICA Y FOTOS.
La edición de este año de nuestra Semana de la Moto Clásica comenzó a rodar el miércoles 17 con el circuito infantil de seguridad vial, lugar donde un numeroso grupo de chavales sobre sus bicicletas estuvieron familiarizándose con las señales de tráfico y los semáforos. Continuó el jueves 18 y el viernes 19 con la proyección de varios documentales relacionados con la historia y evolución de la moto clásica en general y con la marca Vespa en particular, además del montaje audiovisual oficial de la edición del año anterior. Todo ello como antesala de la actividad grande, nuestra concentración.
La edición de este año de nuestra Semana de la Moto Clásica comenzó a rodar el miércoles 17 con el circuito infantil de seguridad vial, lugar donde un numeroso grupo de chavales sobre sus bicicletas estuvieron familiarizándose con las señales de tráfico y los semáforos. Continuó el jueves 18 y el viernes 19 con la proyección de varios documentales relacionados con la historia y evolución de la moto clásica en general y con la marca Vespa en particular, además del montaje audiovisual oficial de la edición del año anterior. Todo ello como antesala de la actividad grande, nuestra concentración.
Algunos de los participantes, los más madrugadores, ya llevaban unos días por la zona haciendo turismo interior, enológico, gastronómico y cultural, nuestra zona tiene mucho que ofrecer en los tres aspectos. Otros llegaban el viernes y ya esa misma tarde en la pradera y por la noche en las terrazas de los bares tuvimos la oportunidad de charlar un rato con muchos de ellos, los que repetían recordaban las vivencias y anécdotas de ediciones anteriores y los nuevos venían con la esperanza de que la edición de este año fuera como mínimo tal como les habían contado.
El sábado 20 desde muy pronto ya estábamos rematando los últimos detalles y aunque hasta las doce no empezaban las inscripciones a esa hora ya había muchas completadas. A las 2 de la tarde tuvimos el tentempié campestre, una novedad de este año, que nos dejó bastante satisfechos por su resultado y a los participantes con el estómago preparado para la ruta.A las 4,30 de la tarde, con puntualidad inglesa, motos y gentes venidas de Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga, Albacete, Valdepeñas, Guadalajara, Madrid, Cantabria, Bilbao, Eibar y numerosos puntos de Castilla y León comenzamos la primera de las rutas, 65 Km. por tierras de viñedo, pasando por algunos pueblos donde los lugareños saludaban y aplaudían la marcha y mirando de reojo a un cielo que amenazaba tormenta. En la subida de Valcavado hicimos una parada técnica para refrigerar motores, refrescar gargantas y lo que no estaba previsto, mojarnos. La tormenta hizo que el grupo se partiera en dos, el primero anduvo toda la ruta debajo de la nube caprichosa que quiso darnos su húmeda acogida y el segundo iba por detrás levantando el agua de la carretera caída minutos antes. Una vez en El Ventorro, Gabi y su familia nos atendieron como si les fuera la vida en ello, el agasajo fue notorio y el ágape impresionante. Arrancamos la segunda parte de la ruta, 25 Km., la cual se desarrolló afortunadamente sin incidentes pues el furgón escoba iba a rebosar, tan solo hacer mención a la pancarta que los nietos de Carbonera tenían preparada al paso de su abuelo por su pueblo a lomos de su impala, llegando a Castrillo con el horario previsto. Nos estaba esperando mucho público como siempre, aprovechamos para dar unos paseos en sidecar a los niños y acompañados por música de dulzaina nos fuimos a cenar. Todavía nos quedaba otra sorpresa, el gran montón de sarmientos que teníamos para preparar la chuletada se nos quedaron en nada con otra tromba de agua que nos hizo ver que no había plan alternativo y que íbamos a tener que pasar al café sin nada que llevarnos a la boca.Por fin la lluvia nos dio un respiro y en media hora pudimos prender otra remesa de leña y asar en nuestra ya célebre parrilla nuestras típicas chuletas de lechazo churro y nuestras afamadas morcillas. A toque de dulzaina y tambor hicimos la sobremesa y los primeros bailes, dando paso al guateque que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
El domingo 21 amaneció con unas amenazantes gotas de agua que fueron transformándose en un sol radiante que ya no nos abandonó durante toda la jornada. El chocolate y las pastas locales fueron la antesala de la segunda de las rutas.Con menos puntualidad que el día anterior, iniciamos los 40 Km. que nos separan de Caleruela, pueblo situado en la llamada Ruta del Cid, cuna de Santo Domingo de Guzmán, Patrón de la provincia de Burgos.Sin ningún incidente previo aparcamos las motos en la Plaza e hicimos la visita guiada por la localidad, muy interesante aunque al ser un grupo muy numeroso no se pudo hacer de calidad. Por cierto el pozo del agua milagrosa no dejó indiferente a nadie, pero la fama que le precede de provocar embarazos retrasó los deseos de beber de algunas de nuestras chicas...
El domingo 21 amaneció con unas amenazantes gotas de agua que fueron transformándose en un sol radiante que ya no nos abandonó durante toda la jornada. El chocolate y las pastas locales fueron la antesala de la segunda de las rutas.Con menos puntualidad que el día anterior, iniciamos los 40 Km. que nos separan de Caleruela, pueblo situado en la llamada Ruta del Cid, cuna de Santo Domingo de Guzmán, Patrón de la provincia de Burgos.Sin ningún incidente previo aparcamos las motos en la Plaza e hicimos la visita guiada por la localidad, muy interesante aunque al ser un grupo muy numeroso no se pudo hacer de calidad. Por cierto el pozo del agua milagrosa no dejó indiferente a nadie, pero la fama que le precede de provocar embarazos retrasó los deseos de beber de algunas de nuestras chicas...
Los 40 Km. de ruta de regreso que quedaban por recorrer transcurrieron con normalidad, se repetía la expectación, los saludos y los aplausos al atravesar algunos de los pueblos y a la entrada de Aranda nos estaba esperando la Policía Municipal para acompañarnos en el ya tradicional recorrido por las calles de la localidad, colapsadas durante un buen rato por la larga caravana que hizo las delicias de los arandinos. La comida de despedida como de costumbre, paella, en su punto a pesar de que estrenábamos una paellera para doscientas raciones. Después se procedió al sorteo de diferentes artículos y la entrega de premios a motos y participantes, cerrándose el acto con el aplauso de agradecimiento del Club a todos los participantes por la buena disposición demostrada durante los dos días, y de reconocimiento de los participantes a todos los socios del Club por el esfuerzo realizado y las atenciones recibidas.
La 6ª Motoabuelada ya es historia. Atrás quedan las cifras, 170 participantes, 103 motos, 14 con sidecar, la mitad vespa y lambretta y el resto repartidas entre bultaco, sanglas, montesa, derbi, mv, bmw, ossa, dkw, ducati, peugeot, nimbus, jawa, un ciclomotor derbi y otro mobilette. Y otras cifras no menos reseñables: 60 Kg. de lechazo churro, 20 de morcilla de Burgos, 170 raciones de paella, 120 litros de vino de Ribera, 300 litros de agua y refrescos... y unos cuantos litros por metro cuadrado de chaparrón. Lo que aún se mantiene vivo es el buen ambiente que se ha respirado, la colaboración y los ánimos de todos los participantes con la organización y el deseo de que la próxima edición sea cuando menos como esta. Nos vemos de nuevo en agosto del año que viene. FOTOS AQUI.
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